El tejido Jacquard es una tela lisa y suave, muy resistente y que no se arruga con facilidad, dado que la posición del hilo hace que la formación de esta tela sea más complicada. Es cierto que con esto proporciona una mayor durabilidad. De hecho, el sistema de creación que tienen en los telares es bastante complejo, de ahí que, muchas de las prendas que se crean con esta tela, tengan altos precios. Los profesionales realizan tejidos únicos, ya que en el mismo telar se va creando el estampado. Por lo general, el tejido Jacquard se emplea para la decoración. De hecho, muchos de los sofás y sillones antiguos están tapizados con esta tela. Tenemos que mencionar que el roce constante con otras superficies, puede provocar que los hilos se salgan, pero no se puede negar que su fama sofisticada hace que todos los espacios que disponen de algún elemento con este tejido, sean de aires elegantes. Si te estás preguntando cómo puedes cuidar esta joya de tela, te traemos una pequeña guía: Si tiene una mancha, hay que lavarla en seco. Si la mancha se extiende, lo más recomendable es meterla en la lavadora con agua fría. Asimismo, el agua fría se emplea para que no reduzca su tamaño. Dentro de las posibilidades que tiene el Jacquard, no podemos negar que nuestra favorita es dentro del mundo de la decoración: alfombras, cojines, distintos tipos de cortinas, toallas y manteles llenos de colores, bordados únicos y perfectos. En cambio, uno de los usos para los que no es demasiado práctica, es para hacer mantas para invierno, ya que la tela es demasiado gruesa y rígida.